Un cambio de estilo radical, ahorrar tiempo cada mañana o, simplemente, un nuevo comienzo son sólo algunas de las razones para tener el pelo corto.

Para aquellas que estáis considerando dar algún cambio a vuestra melena, tomad nota de nuestros consejos de peluquería y convenceos ya que esto va mucho más allá de un simple corte de pelo:

Seguridad
Cortarnos el pelo implica ganar en seguridad ya que puede que algunas de nuestras imperfecciones queden al descubierto. Nos dicen que el pelo largo va unido a seguridad, pero creemos que tiene más valor llevar el pelo corto ya que implica estar expuesta, lo que conlleva a confiar en una misma y a una mayor seguridad.

Te conoces a ti y al resto
Muchas tenemos un vínculo muy fuerte con nuestro pelo y nos cuesta incluso cortarnos las puntas, pero, en ocasiones, decidirte a llevar el pelo corto puede llevarte a conocer hasta dónde eres capaz de llegar y a los que te rodean ya que todos querrán darte su opinión.

Un nuevo comienzo
Ya sea porque tenías el pelo dañado y no te quedaba más remedio que cortarlo o porque querías dar un cambio a tu estilo, llevar una melena corta te da la oportunidad de dar a tu pelo, mientras crece, los cuidados que no pudiste darle antes.

Pelo corto
Lo mejor es que cortar el pelo puede servir de inspiración a otras, por ejemplo, al donarlo.

El gran protagonista
Al tener el pelo corto, tu rostro será el protagonista, por lo que puede que veas en él algunas cosas que antes no podías ver. Puede que al comienzo te sientas más vulnerable, pero volvamos al punto uno y saquémonos partido con un buen maquillaje.

Cambio
Lo bueno del cambio es que, en caso decidas llevar el pelo corto y quieres que vuelva a crecer, tu pelo pasará por varios largos, lo que te permitirá tener un estilo diferente siempre que quieras. Recuerda hacerte con los productos de peluquería adecuados para dar a tu pelo lo que necesita en cualquier punto del proceso.

La rutina
En muchas ocasiones, por no decir todas, llevar el pelo corto nos ayuda a acortar nuestra rutina diaria. Menos tiempo para lavar el pelo, secarlo y menos producto para darle el estilo que queramos.

 

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