Si tienes piel clara... Te irán bien los rubios claros, dorados y los cobrizos. Lo ideal es dar un toque más oscuro en la raíz y aportar más luz en las puntas como doradas por el sol.
Para pieles medias y castañas claras
Nada mejor que los marrones y avellanas. Además, lo mejor es elegir tintes o coloraciones aptos para cueros cabelludos sensibles y así reducir el riesgo de alergias con productos específicos potenciando el color de raíces a puntas. Y a continuación darle a tu melena un plus de brillo y mucho más relieve jugando con distintos matices.
Las pieles morenas o aceituna
con melenas de base castaña oscura, pueden apostar por colores muy naturales para no crear un efecto contraste demasiado marcado y si es tu caso, decántate por la gama de los tonos miel, incluso también atrévete con los caobas o berenjenas y mechas o reflejos que equilibran tu piel y tu pelo creando más luz en las puntas.
¡Elige tono según tus ojos!
Si tienes ojos verdes, prueba con los rubios ceniza o castaños claros para dulcificar tus rasgos.
Para miradas azules, nada como un rubio oscuro con mechas doradas o un cambio de look a un negro intenso, (aunque si tu base de piel no es muy rosada, como la de Katy Perry), te hará más pálida (así que ¡ojo! con los colores extremos).
En ojos marrones y miel, funcionan a la perfección los castaños y chocolates con algunas mechas de luz en las puntas.
Y para los ojos negros, mejor tonos marrones oscuros o negros azabache.