Yo soy una de esas mujeres que para peinarme debo tener el pelo mojado, y para que se quede fijado debo ponerme productos fijadores, como la laca. La laca es un producto muy recurrente y estoy segura que estarás de acuerdo conmigo, y quizá también pienses como yo...
y es que no hay que abusar de ella. No siempre se tiene el mejor producto fijador de cabello en casa y aún teniéndolo no hay que utilizarlo cada día ya que puede perjudicar tu pelo.
Diferentes opciones para fijar los peinados
Existen más opciones para que tu peinado quede fijado sin tener que recurrir a la laca, aunque también debo comentarte que un producto que fije igual de bien que la laca es muy difícil encontrar.
Los peluqueros profesionales siempre recurren a la laca para acabar un buen peinado, pero también es cierto que a la peluquería no se va todos los días, ¿verdad? Es por eso que debemos pensar en el bien de nuestro cabello de vez en cuando y no tanto en la estética (que también es importante).
El producto adecuado
Aunque la laca es un producto estupendo para fijar el cabello, debes elegir la mejor opción según el peinado que quieras hacerte. Si eliges un producto fijador que no se adapta a tu peinado, puede tener consecuencias estéticas horribles (como las temidas motitas blancas).
Dependiendo de cómo sea tu pelo así deberás escoger el producto a utilizar. Por ejemplo:
Si tu pelo es grueso te aconsejo una fijación fuerte (en numeración sería el 4 o el 5).
Si tu pelo es fino opta por una laca menos fuerte (en numeración sería el 3 o el 2).
Si tu pelo es débil y se te cae con facilidad, te aconsejo que acudas a tu peluquero para saber qué laca te podría ir mejor y así evitar que te perjudique.
Más productos además de la laca
Existen una gama amplia de productos además de la laca para conseguir que tu peinado quede fijado, como por ejemplo la gomina o espumas fuertes.
Las ceras también son un producto que fijan mucho el peinado pero personalmente no te lo aconsejo mucho porque son productos más agresivos y no lograrás fijarlo si no más bien una textura particular, como cera, pero no por ello aguantará más tiempo en el mismo sitio.
