El acondicionador es más imprescindible de lo que parece. Si bien muchas piensan que no hace falta usarlo, su acción sobre el cabello es más que beneficiosa: el shampoo suele arrastrar los aceites naturales del pelo dejándolo desprotegido.

El acondicionador le devuelve el equilibrio natural al pelo tras el lavado, ya que la mayoría tiene como ingredientes principales aceites naturales.De esta manera, deja el pelo más suave, facilitando su peinado. El acondicionador es el producto que ayuda a cerrar la cutícula, la capa externa del cabello, y al sellarla, reflejar más luz. Por esta razón, el pelo queda mucho más brilloso. También ayuda a desenredar y suavizar.

No sé qué tipo de acondicionador elegir para mi pelo

El acondicionador va de la mano con la necesidad de cada tipo de cabello: hay un producto para cada problema. Para el cabello fino se recomienda usar un acondicionador ligero, como las fórmulas con aceite de coco. Para el pelo químicamente dañado, conviene elegir un tratamiento de acondicionamiento profundo con aceites naturales como el Argan. Para los dañados por las tinturas o calor intenso, es preferible usar un acondicionamiento profundo con aceite como el de Oliva. El cabello largo se ve beneficiado con un acondicionador ligero y también sin enjuague. El cabello corto no necesita más que unas gotas de acondicionador a menos que esté teñido, seco o dañado.

Sea cual sea nuestra elección, es recomendable combinar el shampoo y el acondicionador de la misma fórmula, ya que pueden interactuar entre sí. Y también es preferible elegir productos libres de parabenos y siliconas, que ayudan muchísimo a mejorar la textura del cabello.

 

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